martes, 20 de marzo de 2018

Reflexiones sobre la equidad en la evaluación

En este módulo he aprendido una serie de aspectos muy a tener en cuenta sobre la equidad en la evaluación de nuestros alumnos. 
Para poder hacer una buena conclusión de este módulo voy a responder a estas preguntas:

1. ¿Qué es un alumno normal para ti?
Ya la pregunta me hace sentir incómodo al llegar a considerar que existen alumnos normales y otros que no lo son. Sin embargo, en la cabeza de todo maestro está ese alumno ideal que es el que trabaja, se lleva bien con los demás. es educado y respetuoso. Supongo que hablar de un alumno normal sería aquel que no crea problemas en clase.
2.¿Cómo crees que te hubiera descrito esta maestra?
Carlos tiene mala letra. Es cierto que ha sido algo con lo que me he criado desde que era pequeño y aún hoy en día me lo siguen diciendo

3. ¿Cómo establece la escuela parámetros de normalidad? ¿Cómo crees que afecta esto en el alumnado?
La normalidad viene establecido por lo que se supone que debería ser. En el caso de la escuela lo normal es que el alumno esté callado cuando toque, que estudie y saque buenas notas; eso sería lo normal o al menos eso es lo que socialmente se tiene aceptado. Por ello todo aquello que se salga de los parámetros establecidos hace poner la señal de alerta en el profesorado para detectar las causas de por qué el alumno no sigue nuestro ideal de normalidad. Esto hace que el alumno se vea obligado a estar en el lugar que quizás no es el más adecuado para desarrollar todo su potencial.

4. Más allá de lo académico, ¿qué incidencia tiene el concepto de normalidad en nuestros alumnos?
Los alumnos tienen asumido lo que es normal y lo que no puesto que el sistema educativo en particular y la sociedad en general ha dictaminado un "modelo" al que se deberían ajustar para no tener problemas. Por eso alumno que no consiguen encuadrarse en ese modelo pueden no sentirse capaces como el resto. 
5. ¿Por qué hay que ser normal?
Principalmente porque va asociado a tranquilidad, a ausencia de contratiempos. Si alguien se sale de lo establecido es un rebelde que puede servir de modelo por ser diferente u original, o lo más habitual es que se le mire con recelo.
6. ¿Es ético construir una calificación partiendo de parámetros de normalidad? ¿En función a qué datos se constituyen esos parámetros?
Claro que no, puesto que si consideramos que es normal hacer el pino durante un minuto, muy pocos serían normales. La calificación debería ser lo más individualizada posible. La calificación tradicionalmente se ha guiado por datos referidos a lo que por edad cognitiva le correspondería a cada grupo de edad. Por ejemplo, si un niño tiene 6 años y no sabe leer perfectamente es que tiene un problema porque a su edad debería ser así.

Por todo ello, considero que la equidad va más allá de la igualdad ya que, por razones de equidad, el maestro o el propio centro debería tomar medidas compensatorias o correctivas que restablezcan la igualdad ante situaciones desiguales.  
Resultado de imagen de la equidad en educación

lunes, 5 de marzo de 2018

Usar la calificación como único feedback al alumnado crea o no mentalidad de crecimiento y superación

Resultado de imagen de mentalidad fija vs mentalidad de crecimiento


Antes de nada se debe reflexionar sobre qué entendemos como calificación y que la entienden los alumnos.

Para mí la calificación en el resultado numérico (con la ley actual) que se obtiene al tener en cuenta una cantidad relevante de variables que surgen del proceso enseñanza-aprendizaje. la adquisición de contenidos, el trabajo y esfuerzo diarios, los trabajos y actividades realizadas correctamente en tiempo y forma, la actitud, la participación, el trabajo en equipo, la autoevaluación, la coevaluación; son todo aquello que hacen generar una nota numérica entendida pues como cúmulo de todo lo realizado por el alumno a lo largo de un tiempo determinado.


Por parte del alumno, se tiene más arraigada la idea de que sobresaliente=eres bueno y te has esforzado, insuficiente=no sabes o no te has esforzado. Ellos entienden la calificación como valorar cómo de bueno soy en la asignatura y en ocasiones sirven para determinar si la pasas o te queda, sin más. Dando valor exclusivamente a la nota numérica sin entender o no querer hacerlo, de todo lo que lleva consigo esa nota.

Bajo mi punto de vista utilizar la calificación como único feedback al alumnado, no hace otra cosa que apoyar esa creencia de que la nota es lo que vale. Si no conseguimos hacer entender que la calificación es el reflejo de lo que se ha hecho durante meses y no se le hacemos ver que la modificación de la misma depende del día a día, conseguiremos que no entiendan lo significa esa nota y provocaremos en ellos una mentalidad fija. En caso contrario, la calificación pudiera llegar a crear mentalidad de crecimiento y superación, pues entenderían que esa nota no es más el cúmulo de todo su trabajo y lo que ha aprendido, y que si supiera entender porque es esa nota y es otra, vería sus puntos fuertes y sus puntos de mejora para crecer. Entonces y sólo entonces permitiría cierto crecimiento. Aunque yo creo más en el feedback continuo, regular y en tiempo; no únicamente asociado a la calificación, pues así se irá generando una mentalidad de crecimiento progresivo y controlado.


Resultado de imagen de mentalidad de crecimiento