sábado, 28 de abril de 2018

"EL EXAMEN A EXAMEN"

Hoy en día es indudable que el examen es la herramienta más utilizada por los docentes de las diferentes etapas y niveles para evaluar a los alumnos. Sin embargo, son cada vez más docentes que están modificando su forma de evaluar, como yo, que cuando empecé valoraba únicamente la actitud en clase, el cuaderno de trabajo y los exámenes de cada tema. ¿Por qué la necesidad de un cambio? Porque gracias a este módulo y a mi inquietud personal por mejorar como docente, me he dado cuenta que hemos confundido evaluación con calificación, y que evaluar debe ser el motor del aprendizaje y la mejora personal y académica.

El objetivo de la evaluación es básicamente poder emitir un juicio acerca de los aprendizajes alcanzados por los alumnos, para tomar decisiones, valorando lo conseguido y lo que se debe mejorar, para encaminarse a la consecución de nuevos objetivos. Para que este juicio sea lo más ajustado posible a la realidad de cada alumno, se debe apoyar en mediciones llevadas a cabo en diferentes momentos del proceso de aprendizaje, por diferentes agentes de evaluación, y todo ello, debe guardar relación con los objetivos y estándares propuestos. El juicio que resulta del proceso evaluativo debe ser comunicado, y es la calificación la que juega ese rol. Así pues la calificación es una parte del proceso de evaluación como bien indica este cuadro:


Por ello, la necesidad de comunicar resultados ha ido progresivamente haciendo que la evaluación pierda su significado y se haya optado por poner el énfasis en la calificación, y es ahí donde el examen ha ganado la batalla al resto de herramientas de evaluación. ¿Por qué? "Pocos fenómenos cognitivos tienen el privilegio de ser a la vez tremendamente informativos sobre cómo funciona nuestro cerebro y directamente aplicables a la mejora del aprendizaje en los entornos educativos. El efecto del test (testing effect) es uno de ellos: retenemos mejor conocimientos simples y complejos si tras un aprendizaje inicial realizamos un examen sobre ese material, en comparación con el mero reestudio del material" (Karpicke y Roediger, 2008; Karpicke y Blunt, 2011).

Resultado de imagen de el examen


Según estos autores el examen es una herramienta muy efectiva, y bajo mi punto de vista lo es, pues te permite la posibilidad de comprobar de una manera objetiva si se están alcanzando o se han alcanzado los objetivos. Además te ofrece la posibilidad de valorar numéricamente el grado de aprendizaje adquirido por un alumno en el contenido a tratar.
Por todo ello es por lo que creo que el examen se ha convertido en la herramienta "más fiable" para evaluar, y en algunos casos la única.

Afortunadamente, cada vez somos más los docentes que estamos abriendo los ojos antes esta percepción y estamos reflexionando sobre lo que debería ser evaluar en nuestras aulas. Porque basar todo el proceso evaluativo utilizando una única herramienta es un error, aunque ésta sea muy buena. Es un error porque no se tiene en cuenta todo lo que sucede en un proceso de aprendizaje, pues se basa en un momento final. No tiene en cuenta el punto de partida de cada alumno, el proceso de construcción del aprendizaje individual y/o compartido, las actitudes empleadas en el mismo, las diferentes personas que pueden intervenir en la valoración del aprendizaje, el trabajo realizado a lo largo de todo el proceso. No tiene en cuenta el todo, sólo un momento puntual. Por ello, es necesario incluir otras herramientas de evaluación que nos permitan a los docentes recoger evidencias de los diferentes momentos de aprendizaje y en el que puedan intervenir diferentes agentes evaluadores, sólo de esta manera podremos emitir un feedback adecuado y completo que se traduzca en una mejora de nuestros alumnos, académica y personal.

Resultado de imagen de proceso de evaluacion


Tras todo lo anterior, sólo me queda añadir que debemos aprender como docentes a evaluar a nuestro alumnado de principio a fin, haciéndoles partícipes del proceso y de los criterios a evaluar, y utilizando las herramientas oportunas para recoger la información necesaria para que finalmente podamos favorecer su evolución educativa y personal, pues tal y como he aprendido en este curso, un feedback bien hecho produce sensaciones de bienestar y de ganas de mejorar. 

En este aspecto doy las gracias a mi tutor, por el tiempo dedicado a valorar mi trabajo con cariño y con respeto, permitiéndome mejorar como docente. 


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